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¿Qué ocurre con los niños que crecen sin padre?

¿Qué ocurre con los niños que crecen sin padre?

Introducción

Las familias monoparentales cada vez son más frecuentes. En consecuencia, son muchos los niños que crecen sin uno de sus progenitores; aunque el progenitor presente se esfuerce en cumplir los dos roles, estos niños tienen vacíos emocionales que, de no atenderse a tiempo, pueden ocasionar grandes consecuencias.

Las familias están cambiando. La cantidad de familias monoparentales está aumentando considerablemente y en consecuencia, los niños que crecen sin uno de sus progenitores. Independientemente de cuál fue el motivo que hizo que la familia fuese monoparental (disolución de la pareja, muerte de uno de ellos o padre ausente), la cuestión es que estar sola con hijos supone retos y muchas dificultades con las que lidiar.

Crecer sin uno de sus progenitores

Cada vez hay más niños que crecen sin alguno de sus padres porque cada vez hay más divorcios y hay muchas mujeres (y hombres) que deciden tener hijos solos. La ausencia del padre es muy frecuente, pero también ocurre con la madre. El hecho de que haya cada vez más familias monoparentales tiene consecuencias emocionales, no sólo en los niños sino también en la sociedad que los rodea. 

En este caso hablaré de las madres ya que son quienes con más frecuencia, se ven en la situación de criar solas a sus hijos. Aunque ellas asuman todo el peso de la crianza solas, la figura del padre ausente provoca un gran vacío emocional. 

La ausencia del padre suele ocurrir por tres motivos:

  1. Fallecimiento
  2. No se hace responsable de sus hijos
  3. Aunque esté presente, no tiene ninguna conexión emocional con ellos. 

Tanto en la ausencia física como en la emocional, los efectos en el desarrollo y el equilibrio emocional de los niños son devastadores.

Consecuencias de crecer con un padre ausente

Los niños que crecen sin padre suelen desarrollar diversos trastornos de conducta.

Pero no son capaces de comunicarlo de manera efectiva y lo que hacen es esconder sus sentimientos de infelicidad, rabia, abandono, miedo… presentando así otros problemas: 

  • Dificultades para relacionarse con otros niños.
  • Déficit de atención y/o bajo rendimiento escolar.
  • Degradación hacia la madre e idealización del padre
  • Vacío emocional y baja autoestima.
  • Problemas emocionales como ansiedad, depresión o agresividad.
  • Miedo al abandono, lo cual genera conductas dependientes o aislamiento social.
  • Abuso de sustancias o drogas.
  • Poco autocontrol.

Recomendaciones para criar a niños que crecen sin padre

Si ya de por sí criar y educar hijos no es tarea fácil para una pareja, resulta mucho más duro si quien lo lleva a cabo es solo una persona. Los niños necesitan tanto la figura materna como la paterna para crecer felices y desarrollarse como personas seguras de sí mismas y con buena autoestima.  

A continuación te regalo una serie de consejos que ojalá te ayuden en la ardua tarea de criar tus hijos tú sola. 

1. El apoyo familiar es muy importante

Si tienes la posibilidad y la suerte de contar con el apoyo de tu familia, quizá haya alguien que te ayude a asumir el rol de padre y te apoye activamente en la crianza de tus hijos. Un abuelo, un tío o algún otro miembro puede llenar parte del vacío emocional que provoca la ausencia de la figura paterna.

2. Recibe ayuda psicológica

Pide consejo a los profesionales. Tal vez encuentres la ayuda para gestionar las consecuencias de la ausencia del susodicho, además de los problemas que van a surgir en la relación con tus hijos porque, van a ocurrir. Un profesional puede ayudarte a que sea más liviano. Te digo más, tienes que aprender a perdonarte a ti y al padre de tus hijos, y sola jamás lo harás. 

3. No les hables mal de su padre

Es cierto que en momentos de tensión pueden darte ganas de maldecir a su padre o a tus hijos en todos los idiomas posibles pero, ¿crees que servirá de algo? Tus hijos no lo entienden y como mucho, lo único que conseguirás será empujarlos más hacia él aunque no tengan ningún tipo de relación. Además ocurre que muchas veces, ellos se sienten culpables, los responsables de la ruptura de sus padres. No les cargues a ellos esa mochila.

4. Las comparaciones son odiosas

No compares a tu familia con otra que sí tenga los dos progenitores. Es muy probable que ya lo hagan tus hijos, por lo tanto no lo hagas tú. Las comparaciones son odiosas porque lastiman, provocan frustraciones y ahondan más las heridas. Ante todo, protege a tus hijos.

5. Hablemos de reglas y normas

En la mayoría de los casos cuando una mujer se queda sola con sus hijos suelen ocurrir dos cosas respecto a las normas: o son demasiado estrictas o demasiado relajadas. Ninguna de las dos opciones es buena para tus hijos. Tiene que haber reglas, por supuesto, pero te aconsejo que sean claras a la vez que flexibles, para que puedan adaptarse a las circunstancias y así tanto tus hijos como tú estéis cómodos. Es difícil, lo sé pero debería ser así, por vuestro bienestar.

6. El bien más preciado que les puedes dar

Cuando estás sola y no tienes con quién compartir responsabilidades, muchas veces se acumulan. ¡Fuera estrés! Fluye y disfruta de tus hijos (aunque sea poco). Da igual si los platos aún están sin lavar o si tienes ropa por planchar. Disfrútalos. Disfruta de ellos, de su compañía y siembra en ellos esa semilla que solo las madres podemos sembrar; a la larga lo vas a agradecer porque habrás creado un vínculo entre vosotros que nada podrá destruir y les estarás enseñando valores. El más importante: el tiempo. Dedícales tiempo a tus hijos.

7. Paciencia y comprensión

Ante todo paciencia. No solo con tus hijos sino contigo misma. Momentos difíciles van a haber, ¿por qué esconderlo? Solo se trata de aceptarlos. Es imposible que una persona asuma dos roles, tú solo puedes asumir uno. Acéptalo y da a tus hijos lo mejor de ti. Si algo hoy no sale bien, tal vez mañana u otro día se resuelva. Tranquilidad…

Y ahora tú

Este mensaje es para ti que estás criando sola a tus hijos. 

Mantén abierta la posibilidad de seguir con tu vida, conocer a nuevas personas y, ¿por qué no? Tener una nueva pareja. No va a ser fácil porque la persona que quiera tener una relación amorosa contigo tiene que ser muy consciente de que tienes hijos y eso, lo tiene que aceptar.

De igual manera, tiene que entender que de involucrarse contigo, tiene que asumir un rol dentro de la familia. No te niegues la oportunidad de ser feliz junto a otra persona. No tiene sentido amargarte y cerrarte.

Una familia le dará a tus hijos la posibilidad de reestructurar vínculos y afectos de la figura paterna que tus hijos necesitan. 

Además te añado que no lo lleves al extremo. No te estoy diciendo que busques un padre para tus hijos sino una pareja para ti. Es distinto. 

Cierto es que tu nueva pareja debe aceptar que tienes hijos y que a veces tiene que asumir un rol, pero piensa que eso no le pertenece a él sino a su padre y a ti. Una cosa es que te ayude y otra es que se haga cargo de unos hijos que no son suyos. 

Si tus hijos te ven feliz, ellos estarán felices, entonces será cuando todo fluya y entonces sí la situación sea lo más parecido a una familia. 

Si te ha gustado el post he de decirte algo. Todo esto es lo que la protagonista de mi novela hubiera necesitado saber. Ella tuvo consecuencias al respecto. 

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